Quiero enamorarme, deseo amar y ser correspondido y quiero vivir una relación de pareja estable, duradera, realista y madura.
Sé que mis experiencias pasadas me ayudaron a reconocer, hoy en día, qué es lo que quiero y qué puedo y estoy dispuesto a compartir de mí en una relación.
He aprendido a no dejarme deslumbrar por una ilusión, a no construir castillos en el aire, a no idealizar a la otra persona. He aprendido a ver las cosas, a las personas y a la vida, con un toque de objetividad. He aprendido a soltar el control, a dejar que las cosas fluyan, a aceptar que todo tiene una razón de ser.
Y hablo, no desde la necesidad de afecto, desde el vacío, desde ese no saber estar sólo. Hablo desde el deseo de compartir, desde la convicción de estar en el momento oportuno y listo para iniciar una relación.
Y aún así, quedan preguntas sin responder, ¿cómo será enamorarme?, ¿cómo vivirlo sin que la razón y la objetividad sean un obstáculo? ¿Cómo saber que es la persona indicada y cómo reconocer el momento oportuno?
Intentaré no pensar demasiado en ello, concentrarme en seguir viviendo y fluyendo, confiar que el tiempo me dará las respuestas y sobre todo, que cuando llegue el momento, sabremos despejar nuestras dudas y nuestros temores para dar ese paso.
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