martes, agosto 26, 2014

Morir

En los momentos de mayor oscuridad, pareciera que morir es la mejor solución, lo único que queda por delante...

En los momentos de mayor felicidad, quisiera irme así, en medio de tanta dicha, recordando con tanta alegría los momentos vividos, las personas a las que he amado y aquellas que me han correspondido, con la satisfacción de que logré llegar al corazón, aunque fuera de algunas cuantas personas.

En mis momentos de serenidad, siento que antes de morir me faltan cosas por vivir, principalmente amar y ser amado, vivir esa relación de pareja que tanto he deseado, con la que tanto he soñado, por la que tanto me he esforzado; otra es, el acto de hacer el amor, que el encuentro entre el cuerpo de la otra persona y el mío sea la extensión del amor, que se de dentro de esa relación de pareja.

Al final de cuentas, uno no tiene forma de predecir en qué momento y cómo va a morir. A muchos les asusta pensar y hablar de la muerte, cuando muerte y vida son un binomio indisociable, cuando comenzamos a morir desde el mismo momento en que somos concebidos. Y la gente se escandaliza si alguien llegara a decir que quiere morir (por las razones que sea). Y muchos siempre dicen (o decimos), en algún momento, que nosotros no somos quiénes para decidir en qué momento morir, que eso es cosa de Dios. Si uno decide que quiere morir, es juzgado e incluso se le tacha de pecador.

Yo no sé si la hora y forma en que muera quede totalmente en manos del Creador, o si en algún momento yo decidiera que he vivido lo suficiente y puedo (y quiero) trascender a otro plano. No sé si tal como hace mucho tiempo pedí, en el momento en que yo viviera a plenitud lo que es el amor y despertara al lado de la persona que ame con todo mi ser y sintiera su cuerpo junto al mío después de haber hecho el amor, en ese momento Él me lleve consigo pues mi más grande anhelo se había vuelto realidad.

Lo que sí sé, es que no tengo miedo de morir. Y definitivamente, me gustaría irme habiendo vivido en  amor de pareja, y no sólo habiendo hablado tanto de él, o habiendo imaginado cómo sería, o deseándolo como uno de mis grandes anhelos.





sábado, julio 12, 2014

Pasado, Presente y Futuro

"Tu pasado define tu presente" es lo primero que se me viene a la mente en este momento. En ese sentido, en ocasiones me da miedo ser juzgado o etiquetado por las decisiones y acciones que he hecho en diferentes momentos de mi vida, las cuales no siempre han sido las más acertadas, las más racionales ni las más sanas.

Aunque considero que me han servido de experiencia y me han permitido discernir actualmente lo que quiero y lo que no quiero para mi presente y mi futuro, a veces no puedo evitar sentir esa pesada carga o esa sombra que me acompaña a todas partes y que puede llegar a empañar mi presente.

Si me lo preguntan, puedo decir con total certeza que es la parte de mí que más me avergüenza, la parte de mi historia que desearía borrar, lo único que cambiaría de mi vida. Día con día trato de ser una mejor persona, no con la intención de minimizar las malas decisiones que he tomado, sino con el firme propósito de construirme un mejor futuro.

Todos tenemos un pasado, una historia. Y tal vez desafortunadamente para mí, gran parte de mi aprendizaje sobre la vida, las relaciones humanas y todo lo que me rodea, así como la la madurez y mi forma de ver las cosas, los he adquirido con base en errores, caídas y golpes que me ha dado la vida. Y definitivamente no es algo que me llene de orgullo, simplemente ES.

Deseo llegar al punto en que pueda reconciliarme con mi pasado, perdonarme por esas malas decisiones, que, poniendo mi vida en la balanza, pesen más las buenas acciones y decisiones que las malas, y que la persona que llegue a ser mi compañero de vida pueda aceptarme y quererme con todo lo que soy, con mi pasado, mi presente y mi futuro.


lunes, junio 16, 2014

Preguntas al Aire

Ha pasado tanto tiempo desde la última vez, han habido tantos cambios desde entonces, que hoy no sé cómo es.

Quiero enamorarme, deseo amar y ser correspondido y quiero vivir una relación de pareja estable, duradera, realista y madura.

Sé que mis experiencias pasadas me ayudaron a reconocer, hoy en día, qué es lo que quiero y qué puedo y estoy dispuesto a compartir de mí en una relación.

He aprendido a no dejarme deslumbrar por una ilusión, a no construir castillos en el aire, a no idealizar a la otra persona. He aprendido a ver las cosas, a las personas y a la vida, con un toque de objetividad. He aprendido a soltar el control, a dejar que las cosas fluyan, a aceptar que todo tiene una razón de ser.

Y hablo, no desde la necesidad de afecto, desde el vacío, desde ese no saber estar sólo. Hablo desde el deseo de compartir, desde la convicción de estar en el momento oportuno y listo para iniciar una relación.

Y aún así, quedan preguntas sin responder, ¿cómo será enamorarme?, ¿cómo vivirlo sin que la razón y la objetividad sean un obstáculo? ¿Cómo saber que es la persona indicada y cómo reconocer el momento oportuno?

Intentaré no pensar demasiado en ello, concentrarme en seguir viviendo y fluyendo, confiar que el tiempo me dará las respuestas y sobre todo, que cuando llegue el momento, sabremos despejar nuestras dudas y nuestros temores para dar ese paso.

sábado, mayo 17, 2014

Amor

El amor es una de esas cosas, -o sentimientos, en este caso- que carece de toda lógica. Y si pudiéramos darle una explicación con base en la lógica o la ciencia o algo riguroso, perdería su esencia, su misticismo, su encanto.


Podemos discutir acaloradamente las razones por las que no queremos o no podemos amar apelando a la razón, a la mente. En contraste, podemos -entregándonos a la emoción- pasar la noche entera enumerando las razones por las cuales amamos y más y más razones surgirían con cada día que pase.



El amor es una de esas situaciones para las que nunca estás completamente listo ni eres completamente experto. Porque cada vez que amas, es completamente diferente, completamente nuevo. Las experiencias del pasado pueden no ser de tanta utilidad en el presente.



El amor, al menos para mí-, no es ciego, ni sordo, ni mudo. Amar se hace con los ojos abiertos, con plena consciencia, con un lenguaje propio entre los amantes, es un intercambio de ideas, palabras, miradas, gestos y tantas cosas más.



El amor es un sentimiento puro. No puede basarse en los temores, dudas, sombras y recuerdos del pasado porque entonces sería una necesidad.



El amor es libre. No se puede amar a alguien para poseerlo, para cortarle sus alas; no se puede amar a alguien basados en el temor de perderlo.



El amor se vive en tiempo presente. Si seguimos aferrados al pasado, nos negamos la oportunidad de abrirle la puerta a una nueva oportunidad, a una nueva persona. Si nos ilusionamos con una relación que sólo existe en nuestros deseos, en nuestra concepción del futuro, igualmente no veremos ni disfrutaremos lo que tenemos actualmente. Amar es un acto que se construye día con día, que se disfruta en el momento.



Amar es un acto que no puede controlarse. ¿Qué sentido tiene controlar todo lo que nos rodea? ¿Dónde queda espacio para lo inesperado, lo sorprendente, la esperanza, la fe?



En el amor todos somos alumnos y maestros. No hay un guión escrito ni un manual que nos diga cómo actuar.



El amor es darse una oportunidad; hay una frase que me gusta mucho, es "dar un salto de fe hacia lo desconocido y aterrizar con los pies".



El amor se siente, se comparte, se disfruta, se goza, se vive; o simplemente no se siente. No se puede forzar el sentimiento.




Epílogo:
Lamento tanto que en el momento preciso las palabras no fluyan tanto como en este momento.

sábado, mayo 10, 2014

Día y Noche

Paso el día entero ocupando mi mente en diversas actividades, y aún así es imposible no pensarte a ratos y esbozar una sonrisa, y sentir un poco de tristeza al mismo tiempo por el último acontecimiento.

Me da la manía de buscarte "en línea", sin importar que no me hables, sólo ver que estás del otro lado de la pantalla del celular.

Y todo es en vano. Es fin de semana, días de celebración, tú estás fuera de la ciudad, y algo que pareciera insignificante resultó ser motivo de distancia y ausencia de palabras.
Así paso las horas del día, entre una actividad y otra, entre diversos pensamientos, tú incluído. Pero al llegar la noche, las cosas cambian.

No hay más actividades que hacer, no queda nada pendiente, mi mente se aquieta y abre la puerta a un sólo pensamiento: tú.

Y no me avergüenza pensar en ti, porque te quiero, por el inmenso cariño que existe entre los dos, por los buenos momentos, y por lo que hemos compartido. Y al final, el deseo que emana es el de volver a encontrar ese punto de equilibrio entre los dos.


Epílogo:
Mientras voy hilando las palabras, estrofas de dos canciones se van colando:


Sé, que a veces soy difícil de entender Que puedo lastimarte sin querer, Sabes bien, sin querer
Sólo Tú, Carlos Rivera, El Hubiera No Existe CD



A mí me gusta el rojo y a ti el verde, yo soy como el agua y tu como el éter, tu eres de febrero y yo de septiembre.
Toco la guitarra y tú con el arte, me gusta abrazarte y a ti mirarme, tú te vas a Venus y yo a Marte. 
Tenemos nuestras diferencias, pero para que pelear por esto, los dos tenemos un corazón de melón que esta lleno para dar amor. 
Regálame una sonrisa, y un beso sabor sandia, Regálame una sonrisa, de media luna. Regálame una sonrisa, y un beso sabor sandia, Regálame una sonrisa, que así es mejor
Una Sonrisa, Jaime Kohen, Fotosíntesis CD