Todo en este Universo tiene su tiempo, incluyendo a la vida misma. Por ello bien reza el dicho que "antes de correr, hay que aprender a caminar".
También es cierto que los tiempos son perfectos, todo llega y ocurre en el momento indicado, cuando estamos listos para aprender lo que resulta necesario para nuestro desarrollo personal.
Lo mismo sucede con las relaciones humanas. Pasa que en ocasiones quiero comerme al mundo en un solo bocado, quiero vivir y hacer tantas cosas con las personas que amo y que tengo la fortuna de tener en mi vida.
Pero es cierto, e incluso a veces hace falta quien me lo recuerde, la vida tiene su tiempo, y todo se irá dando de manera armoniosa y perfecta, sólo es cuestión de coincidir.
Es como cuando tienes enfrente un pastel de tres leches relleno de fresa y con macedonia de frutas encima (soy fan). Si comes todo el pastel en una sola ocasión se corre el riesgo de sufrir malestar estomacal o incluso enfermarse.
En cambio, si comes el pastel rebanada por rebanada y saboreas cada bocado, cada sabor que se puede percibir en el pastel, al final puede resultar una experiencia increíble, placentera, gratificante.
Es importante no olvidar que lo importante no es sólo el final, el haber compartido un momento o toda una vida con esa persona, también vale cada minuto compartido, cada palabra, cada experiencia que al final se convierten en recuerdos.
¿Vamos por esa rebanada de pastel?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario